Más de 600 millones de pesos se registran en fraudes inmobiliarios; evita ser víctima de este delito.
Los fraudes inmobiliarios son un problema que afecta a miles de personas cada año en México. Se trata de prácticas ilícitas que buscan obtener un beneficio económico o información de valor a costa de los compradores, vendedores, arrendadores, arrendatarios o profesionales del sector. Según la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), los fraudes inmobiliarios generan un daño superior a los 600 millones de pesos anualmente.
Para proteger tu patrimonio y evitar caer en estas trampas, es importante conocer los tipos de fraudes inmobiliarios más comunes, las señales de alerta y las medidas de prevención que puedes tomar. A continuación, te compartimos algunos consejos de protección contra fraudes inmobiliarios en México.
Tipos de fraudes inmobiliarios más comunes
- Solicitud de pagos anticipados
Se puede llegar a solicitar un depósito o una transferencia bancaria para apartar una vivienda, sin que se haya realizado la visita al inmueble o hecho un contrato formal. El pretexto suele ser que hay otros interesados en la propiedad y que ese dinero garantiza la preferencia.
- Suplantación de identidad o falsos anunciantes
Pueden existir falsos agentes inmobiliarios, asesores financieros, abogados o propietarios que ofrecen propiedades inexistentes o ajenas. Pueden copiar anuncios reales y cambiar los datos de contacto, o crear empresas ficticias para dar una apariencia de legalidad.
- Anuncios de propiedades que no existen:
Publicación de propiedades con precios muy atractivos, fotos falsas o robadas, y descripciones vagas o incompletas. El objetivo es llamar la atención de posibles compradores o arrendatarios y pedirles dinero por adelantado para mostrarles el inmueble.
- Falsos intermediarios:
Los estafadores contactan a los interesados para ofrecerles algún crédito hipotecario con condiciones muy favorables, pero sin requisitos. El objetivo es obtener información personal o financiera de las víctimas, o cobrarles una comisión por el trámite.
- Documentación falsa o incompleta:
Documentación alterada, caducada o falsificada para acreditar la propiedad o el estado legal de algún inmueble. También se puede omitir información relevante sobre adeudos, gravámenes, embargos o juicios que afecten al inmueble.
- Vicios ocultos:
Los estafadores pueden ocultar o minimizar los defectos o daños que tiene el inmueble, como problemas estructurales, filtraciones, plagas, fallas eléctricas o sanitarias. El objetivo es vender o rentar el inmueble a un precio mayor al que corresponde.
Señales para detectar el riesgo de fraudes inmobiliarios
Para detectar un posible riesgo de fraude inmobiliario, te aconsejamos estar atento a señales como:
- Ofertas demasiado buenas para ser verdad– Si el precio del inmueble es muy inferior al del mercado, o si el crédito hipotecario tiene condiciones muy ventajosas, desconfía.
- Presión para cerrar el trato– Si el supuesto vendedor te presiona para que hagas un pago rápido, sin darte tiempo de revisar la documentación o visitar el inmueble, es posible que quiera aprovecharse de tu urgencia o emoción para evitar cuestionamientos del trámite.
- Falta de transparencia– Si “asesor” no te proporciona información clara y completa sobre el inmueble como su ubicación, estado legal, historial o valor real (catastral), es posible que quiera ocultarte algo que pueda afectar tu inversión.
NOTA: en caso de detectar un riesgo de fraude o has sido víctima de uno, acude a la PROFECO, lleva a cabo el proceso. Más información aquí.
¿Se pueden evitar los riesgos de fraudes inmobiliarios?
Los riesgos de fraudes inmobiliarios pueden evitarse desde antes que empieces a contactar a un asesor de ventas; esto lo puedes hacer con una investigación previa de la propiedad en la que estés interesado (en este punto te aconsejamos que tus trámites sean a través de una empresa con registro y certificación). También puedes hacer una lista de los que debes hacer antes de invertir en el inmueble:
- Contrata un notario de confianza
- Conoce al vendedor en persona
- Visita el inmueble
- Lee el contrato y utiliza formas de pago seguras.
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