Uno de los mayores atractivos de la península son los cenotes de Yucatán, lugares llenos de misticismo y belleza natural que fascinan a turistas, arqueólogos, turistas y lugareños, ¿por qué?
Los cenotes de Yucatán como de Quintana Roo, son caracterizados por su importancia para la cultura maya; quienes los consideraban fuentes de vida y lugares sagrados. Para esta cultura, el agua era un elemento vital y sagrado, que representaba la fertilidad, la pureza y la renovación; por eso los cenotes eran la principal fuente de agua dulce para las ciudades mayas, que se construían cerca de ellos o los integraban en su diseño urbano.
Además, los mayas tenían la creencia de que los cenotes de Yucatán eran la entrada al Xibalbá (inframundo), el reino de los muertos y de los dioses. Como una creencia más precisa, los mayas decían que los cenotes eran habitados por Chaac, el dios de la lluvia, y por otras deidades y espíritus. Por eso, los cenotes eran escenarios de rituales, ceremonias y ofrendas, que incluían sacrificios humanos y animales, objetos de jade, oro, cerámica, entre otros.
Los cenotes en el mundo maya no solo era una representación divina, también servían como centros de estudio para los mayas, pues los usaban para observar los fenómenos astronómicos, como el paso del sol por el cenit, que marcaba el inicio y el fin de las estaciones agrícolas.
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Cenotes de Yucatán, un regalo milenario
Hablando de un sentido natural y de estudio, los cenotes son sitios predilectos para estudio; hoy en día se sabe que son formaciones geológicas únicas; son pozos o cavernas inundadas que se originan por la erosión del agua sobre la roca caliza, que es el sustrato predominante en la región.
Existen distintos tipos de cenotes, algunos pueden ser abiertos, otros semiabiertos y otros subterráneos; su aspecto depende de su antigüedad y grado de exposición, es decir, que si el cenote es joven, aún conservará su cúpula y estará cerrado. No obstante, para que un cenote quede expuesto deben pasar miles de años, esperando a que el agua erosione la piedra.
La Riviera Maya, el lugar en donde se encuentra un gran número de ellos, sigue siendo explorado, y se estima que hay más de 15 mil cenotes, que forman parte de un extenso sistema de ríos subterráneos que conectan entre sí y llegan a desembocar en el mar.
Además, según algunos de los exploradores biólogos que han entrado en los cenotes se han encontrado con especies de flora y fauna endémicas de los pozos o especies en peligro que se refugian en ellos.
Los cenotes son tan diversos que varían en radio y profundidad, haciendo que su estudio sea complejo y falten cientos de ellos por descubrir. No obstante, esto no ha frenado a que los turistas y lugareños disfruten de ellos como un atractivo de la Península.
Los Cenotes de Yucatán más Bonitos
- Cenote Oxman: Es un cenote abierto, rodeado de paredes rocosas con largas raíces que cuelgan. Tiene una tirolesa para lanzarse al agua y una plataforma de madera para saltar. Se encuentra en la Hacienda San Lorenzo Oxman, cerca de Valladolid.
- Cenote Xkeken y Cenote Samula: Son dos cenotes semiabiertos que se encuentran uno al lado del otro, a unos 7 km de Valladolid. Ambos tienen una pequeña abertura por donde entra la luz del sol, creando un efecto mágico. El cenote Xkeken tiene una estalactita gigante que parece una serpiente y el cenote Samula tiene muchas raíces colgantes.
- Cenote Suytun: Es un cenote subterráneo que se ha hecho famoso por su espectacular foto con el haz de luz que ilumina una plataforma circular en el centro. Es un lugar muy turístico, así que hay que ir temprano para evitar las multitudes. Se ubica a unos 8 km de Valladolid.
- Cenote Ik Kil: Es uno de los cenotes más conocidos y visitados de Yucatán, ya que está muy cerca de Chichén Itzá. Es un cenote abierto, con una profundidad de 40 metros y una vegetación exuberante que lo rodea. Tiene una escalera de caracol para bajar y unas plataformas para saltar al agua.
- Cenote Dos Ojos: Es uno de los mejores cenotes para bucear en Yucatán, ya que forma parte de un sistema de cuevas subacuáticas que se extiende por más de 80 km. Su nombre se debe a que tiene dos entradas que parecen dos ojos. El agua es muy clara y tiene una temperatura de unos 24°C. Se localiza a unos 22 km de Tulum.
- Cenote Azul de Bacalar: Es un cenote abierto que se encuentra dentro de la laguna de Bacalar, también conocida como la laguna de los siete colores. Es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza, ya que tiene un agua cristalina y una arena blanca. Se puede acceder en lancha o en kayak desde Bacalar.
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Los cenotes son un patrimonio natural y cultural de México, que atrae a miles de visitantes cada año; También son testimonio de la historia y la cosmovisión de los mayas, que se refleja en los vestigios arqueológicos que se han encontrado en su interior. Los cenotes son, sin duda, un paraíso bajo el agua que merece ser conocido y preservado.
